Inmóvil,
ante las ansias por poseerte,
con los sueños húmedos
que me despiertan.
El anhelo que me afiebra la frente
termina atravesando mis labios,
te nombra.
Mis dedos dibujan una figura ausente,
mi sexo sin ti,
es un glaciar que se derrite
reclamando tu presencia
para vaciar en ti mis aguas,
para dejar arder mi fuego.
Cierro los ojos...
A oscuras, tu cuerpo
me recorre sin tregua,
aún en la distancia me posees,
cabalgas la esencia de mi piel
y así, sin limite, te pertenezco.
Zyanya@
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