No me canso de amarte,
de beber tus soledades y hacerlas mías.
De enjuagarte con besos las lágrimas derramadas,
soy naufraga en tu cuerpo y sedienta te bebo.
Nado en el mar de tus silencios,
rotos por gemidos que no logras ahogar.
Me anclo en la profundidad de tu voz que me atrapa,
me dibujas completa con tus besos y el reclamo de mis ansias se derrama en ti,
me llenas de la gloria de un amor renovado,viejo cansado,naciente.
Mis montes y colinas son campo de recreo para tus besos,caricias que me saben a miel y fresa,a picante y menta.
Aprendo en el camino a cruzar tus mares,olas gigantes que me anuncian que revienta tu sexo,que se expande tu entraña,que mi vientre es tu templo.
Afuera es día,aquí la noche no a muerto,se extiende en el calor de nuestras inagotables ganas de amarnos,el murmullo de “te amo” se entrecorta,suspiros y jadeos son música que nos mece y reinician la entrega.
Éste recorrer despacio,sin prisa nuestras latitudes es un castigo dulce,que deseo en la geometría de nuestro sexo,sea eterno.
Zyanya@