Dejaré de conversar contigo cada noche,
las horas han tomado camino hacía la luz,
gélido aun, el viento me hiere las mejillas.
Hay un fogón encendido fuera,
y la caldera de mi alma
busca el calor en este invierno permanente.
Los soles apagados caen como semillas,
la tierra los absorbe,
¿Has notado? crecen árboles de fuego.
Tu inextinta rabia ha venido
a golpear mi puerta, melancolía,
muerde el silencio, calla, otros duermen.
Zyanya@
bellos tus poemas... un saludo
ResponderEliminarSaludos Anabel, gracias por la huella de tu visita.
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