Estoy aquí, en este círculo incompleto, aislada del mundo, de todos esos mundos que caminan en una estela silente.
Sin ruta que los lleve al final de sus pasos, vacíos de todo, llenos de nada, angustiados, ajenos a quienes les rodean, perdidos en la niebla de sus cavilaciones, ausentes de la vida, o perdidos en si mismos.
Este gusano de hierro que atraviesa la ciudad, contiene el pensamiento muerto y la mirada vacía, perdida.
Lleva los sueños rotos e inalcanzables de todo aquel que se resigna a ser solo un punto más, y no buscar andar sobre sus pies para encontrar sus pasos o la razón para ellos.
Alguna mirada lleva la promesa de no ser uno más, de aterrizar los sueños e iniciar un vuelo que no sea inconcluso.
Estoy aquí, aislada, no oigo voces, pero escucho los silencios
y me aturden, hieren, atraviesan, sus miradas parecen querer adivinar mi historia.
¿Hasta cuándo cruzaré el cristal y gritaré mi nombre?
¿Cómo el silencio será roto por mi palabra?
¿Hasta cuándo despertaré y atravesaré el cristal en que me
contengo?
Demasiados mundos…
Zyanya@
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