Nocturna

Quédame apenas un suspiro

entre las mortajas

que envuelven recuerdos pasados.

Llueve insomnio en este océano

de soledades.

Resuenan sus pasos, y su risa crea eco.

Mil sonidos avivan la noche

como un sol en lo alto.

Tornasoladas voces esperan.

Cielos arden en este infierno

al que han venido a parar

mis huesos que crujen.

Mis vacías manos se llenan

de la nada que cubre todo,

gritan crispadas. Buscan voz, libertad.

Zyanya

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La culpa

Del crepúsculo al amanecer...
Aún me late ese recuerdo, 

esa muerte de la que no escapamos 

aunque ahora finjamos seguir vivos.

Lo recuerdo...
Nos invadió la culpa
y el callado reproche.
Nos hicimos nudos el alma
para evitar que escapara,
Alejamos las manos
y nos encerramos
en el último latido del corazón,
dolorosos callamos.
Se nos moría la noche
y la dejamos partir sin voz.
Del crepúsculo al amanecer,
ya no estábamos.
Aunque seguíamos ahí.

Zyanya@
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INHUMANO

Hace tanto que se fue la noche

y el sol no toca a la puerta,

caen incesantes silencios

como piedras.

Quedan espacio blancos

sin nubes en el cielo,

pequeños abismos

por donde se cae la noche.

Que absurdas horas,

mi mente es un montón de ideas

y tú sólo cuentas

cuantas monedas quedan.

¿No ves entonces que este mundo

se quema sin fuego?

Eres simple mortal de hielo, perdidas

tus alas, has renunciado al cielo.

Zyanya@

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VEN

Ven y tacha mi silencio, 
haz que las rendijas oblicuas de tu mirada sean ventanas al infinito, 
la madreselva de tu cuerpo es la naturaleza que quiero.

Desconflictua a mi el alma en esta noche perenne 
donde su oscuridad por tu luz es rota.
Agua miel son tus labios que cantan en mi boca.

Hay tal sonido trepidante en la marea de tu sonrisa 
que estalla en fuego, cúbreme las horas de ausencia y frío.
Incendio de desiertos donde todo era hierba seca.

Ven y colócame en tu horizonte, 
ahí, en el punto donde el cenit avista 
estas nuevas veinticuatro horas que se marchan.

Zyanya@
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SUEÑOS

Tu sueño me despierta,

me llena de sol tu noche,

el horizonte de tu espalda

es un camino que recorro sin pausa.

En el regalo de tu pensamiento

 amanece el deseo,

tus labios son un corazón que late

y me bebo tus latidos.

Eres un ángel con piel de hombre,

en tu cuerpo tendido

se adivina la vida.

Respiro tu aliento,

felinos, tus ojos me miran,

pones el cielo en mi tierra

y camino a tu puerto.

Sueñas...

Mientras yo despierto

y te vivo en mí carne.

Zyanya@

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INCOMPLETA

No voy a mentir diciendo

que no conozco el sufrimiento,

hoy me llovió la pena,

el dolor fue tanto

que rasgó mi ser

y escapó mi alma.

He desandado caminos

para poder encontrarla,

atravesé la noche más

oscura y larga,

Noches insomne,

buscando una sola

razón para aceptar

la ausencia.

El silencio fue grito

que ensordecía,

tuve que desarmarme toda

para poder nuevamente formarme.

Ahora, casi reconstruida,

con el alma en su sitio,

sé que sólo falta un corazón

que lata, éste, hace mucho

que se ha detenido.

Zyanya@

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SOLILOQUIO

Dejaré de conversar contigo cada noche,
las horas han tomado camino hacía la luz,
gélido aun, el viento me hiere las mejillas.


Hay un fogón encendido fuera,
y la caldera de mi alma
busca el calor en este invierno permanente.


Los soles apagados caen como semillas,
la tierra los absorbe,
¿Has notado? crecen árboles de fuego.


Tu inextinta rabia ha venido 
a golpear mi puerta, melancolía,
muerde el silencio, calla, otros duermen.


Zyanya@

MIS NOCHES ENTRE LETRAS Y PALABRAS

Tengo noches que se escriben solas,

hablan, mientras yo, muda, absorta,

contemplo la belleza de sus historias.

De sus lunas que cambian,

de sus vientos suaves

y aquellos donde la tormenta las azota.

Tengo noches silenciosas,

donde las palabras se guardan

y las letras no alcanzan el tintero.

Zyanya@