Dejaron de ser voz y sus pasos
van dejando huellas, son sombras
que no se desvanecen
ante la luz del día.
Son sus caminos
veredas al infierno de la desesperanza,
alejados de la fe, sólo miran muerte
desde sus cuencas vacías.
No lo saben,
pero hace mucho se soltaron de la vida,
la noche les cubrió los ojos
y les vació el alma, al amanecer,
son sólo sombras que respiran.
Zyanya@
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