Te he mirado así, por dentro,
atrevida, he asomado en cada rincón oculto,
abrí todas tus puertas
y deseché cerrojos de tus ventanas.
Me he atrevido a cantarte
porque te he descubierto hecho nota,
como silbido de jilguero
que teme hacerse melodía.
No he pisado sobre tu corazón,
he rodeado el entramado
que son sus arterias
buscando no suspender el fluir de tu sangre.
¿No lo sabes? Quizá no lo sentiste,
pero mientras tus ojos me regalaban
una mirada profunda, yo...
Te caminé el alma, suave, despacio,
me anidé en ella.
Zyanya@
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