Ya no espero nada,
he descubierto que la espera
mata el intento,
que no hay paz
cuando la guerra es interna,
que todos mis demonios
son ángeles cuando sonrío.
Por ello ya no he de darme
como una flor vencida,
no hay raíz más fuerte
y firme que la mía,
tanta tormenta no ha logrado
ni arrancarme, ni ahogarme,
ya no tengo más miedo al llanto.
Ser pasivo es para quien
no ha aprendido a extender sus alas...
Ni a pisar fuerte
sobre su propia sombra
y poseerla.
Zyanya@
© Derechos Reservados
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