Quien dijo que la tentación se viste de escote
y calza
tacones, no te conocía...
No sabe que eres el fruto prohibido que lasciva disfruto
en noches donde el silencio es roto por nuestro ser amante.
Llegaste así, tan silencioso que no pude adivinar tus
pasos,
estos fueron cubiertos por una lluvia de estrellas en la
noche profunda.
Mis pisadas en el pasto de la pasión no te adivinaron
¡Serpiente!
Has clavado tus colmillos en mi cuello, deslizando el
deseo en mis sentidos e inoculado el veneno de tus labios en los besos que
penetran mi boca.
Eres serpiente que se enreda en mi cuerpo cuando tus
caminos me viven, eres el fruto de la desnudez sinuosa, del gemido que no logra
ser ahogado.
Me penetras en cada mordisco, me hipnotizas con la
profundidad
de tu mirada, es vidriosa en ambos cuando me posees y sin
voluntad propia me entrego, me rindo, camino tus veredas para llegar a ti y
alimentarme de tus ansias, te devoro.
Y en éste alimentarme contigo, no me importa que amar sea
prohibido, el cielo y el infierno lo vivo entre tus brazos, en el clímax donde esta entrega nos causa muertes pequeñas.
Zyanya@
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