Se cae la
noche
desde el infierno
de tus ojos ya no cerrados,
no hay cielos
grises,
el viento
azota el silencio
y aquí todo
es fuego.
La aurora se
ha desnudado
en el alba de
los tiempos
ante la
inocencia que ya no es,
y no hay
oración al dios
que amenazan nos castiga.
Los
inclementes
estigmatizan
todo aquello
que
desconocen y temen,
teman
entonces
tu beso de
fuego.
Sí, tu boca
es la puerta
a mi deseo que
se desborda,
y la lujuria
de tus manos
delinea como mórbido el
afán de mi
sexo liberado.
Zyanya@
© Derechos Reservados
Maravilloso, Zayra. Me gusta tu estilo, sutil, enigmático, perfecto para mi. Ya estoy en tus seguidores. Besos y felicitaciones.
ResponderEliminarQuerida Myriam, es un honor encontrar tu huella, te abrazo sin distancia porque toda distancia es salvada por la palabra y el afecto.
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