Quería quedarme...
En alguna de las esquinas de sus ojos, en sus arreboladas
mejillas que parecían manzanas apenas madurando.
En sus labios que dibujaban un beso sin dirección,
en la ternura de su tacto que descubría todo con temor a
romperlo,
quería quedarme en su inocencia infinita que hacía
perfecta a la humanidad.
(Desconocía la guerra)
Justo ahí quería quedarme, en su latido creciente,
en su afinado oído capaz de diferenciar entre el canto de
la cigarra y el del grillo,
en sus sueños colgados de la noche a pleno día mientras
catalogaba nubes.
En su jardín apenas florecido de ilusiones sin más nombre
que el de un mañana que le llegaba con cada despertar, en sus emociones que
descubrían el universo y pintaban arcoíris.
Quería quedarme en su boca que se callaba nada mientras
decía todo,
en su mirada que se perdía en el azul del cielo tras
recorrer el horizonte.
Habría querido quedarme en sus piernas que recorrían
distancias por tan solo el placer de ir cada vez más lejos,
en sus saltos bajo la lluvia jugando rayuela.
Y en su olfato que siempre percibía el mar y desconocía
el olor del abismo llamado odio.
Sí, quería quedarme en su tiempo, en ese reloj roto y
aquella brújula descompuesta
con que media distancia y horas,
en su sonrisa no maliciosa que le iluminaba el rostro.
Y en su infancia perfecta, esa que sin saberlo entonces,
comenzaba a alejarse de mí.
Zyanya@
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