Nos despertó
la noche que caía hecha lluvia sobre nuestros ojos,
y como si fuera pleno día, el estruendo acalló las voces y el grito por una independencia inexistente, húmedos dependientes de una naturaleza que reclamó su cauce, el temor se nos alojó desde el silencio roto, lloramos, hubo manos que no lograron asirse, vidas apagadas por un alud de agua y tierra que no detuvo nadie.
y como si fuera pleno día, el estruendo acalló las voces y el grito por una independencia inexistente, húmedos dependientes de una naturaleza que reclamó su cauce, el temor se nos alojó desde el silencio roto, lloramos, hubo manos que no lograron asirse, vidas apagadas por un alud de agua y tierra que no detuvo nadie.
Ha sido
extenso el dolor mientras el sol crece, horizonte de penas que iban hilándose al
silencio de la impotencia mientras el grito empujaba a la ayuda.
La apatía se
embarcó en el viaje de la incongruencia, el abuso por momentos coloca muros
que es necesario derribar mientras el oportunista cierra los ojos y como hiena ríe.
Llovió en demasía,
y desde los ojos de todo aquel al que se
le nubló el alma, aún llueve.
¿Quién ha de
celebrar ahora?
Campanadas de
pena tiñen un aire rancio que envenena, mientras una cadena
humana hace surgir una pequeña luz de entre las tinieblas, generosas manos
siembran la esperanza mientras reparan puentes rotos que se requieren para acortar distancias.
La reconstrucción muy lento avanza, la vida va, es necesario valorarla.
La reconstrucción muy lento avanza, la vida va, es necesario valorarla.
Desde hoy sobrevivir es
una doble carga, obligado al vivir, hacer de la respiración una obra que la
pena valga.
Zyanya@
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