Me llueves,
como una tarde de miel
que se desborda,
como un suspiro interminable
eres eco que atraviesa universos
hasta chocar con el nuestro.
Te haces humedad en mis anhelos,
tacto no concretado,
fuego cuya calidez no quema,
abrasa, y abrazando arrasa.
En ti, el viento es cielo en movimiento,
agua en espera a derramarse
sobre el pensamiento
para recorrer la piel.
Me llueves,
como desordenada palabra
que intenta enfocar una voz,
y siendo mínima, breve, inmensa...
Va murmurando amor.
Zyanya@
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Sencillamente delicioso!
ResponderEliminarGracias por asomar Horacio, encontrar tu huella es un placer.
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