para perderte en mí
mientras me recorres,
busco atraparte en mis ríos
que por ti corren.
Me llueves, resbalas por mí,
me humedeces,
vives en metamorfosis constante
y así eres el musgo
donde mi humedad se absorbe.
Te enraízas,
me penetras hasta invadirme
por fuera y dentro.
Siendo desierto me conviertes
en arenilla llevada por tu viento.
No hay escape,
me cubres cual enredadera,
tras ser aire, vives
siendo fuego y soy ceniza
tras cada llamarada.
Me deshojas como a una flor
en cada sacudida, eres tormenta,
llueves, caes en mí como un rayo,
y estremecida la tierra
que me sostiene, en ti caigo.
Zyanya@
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