La brevedad de mi ser
ha demudado a mi sombra,
y sin sol me oculta.
Quedaba la espera
que huye en este inmenso abismo,
y ahora,
a tropel arrasa los silencios.
Sin ellos atacando a mi corazón,
voy escuchando a la noche
ante una luz extraña que bordea a mis ojos.
¿Cuánto vacío habrá en ellos
que ya no existe ni tu reflejo?
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