He sostenido el silencio de mi verso
en la búsqueda callada
de tu voz que duerme,
fui intentando que mis sonidos
no cruzaran el umbral de tus sueños.
Paciente, esperé por tu diáfana sonrisa
para que me ilumine los días nublados,
hoy parece que sólo hay sombras,
y es en el pincel de tu palabra que se pintan
cuadros en cuyos paisajes vivo.
Me sostiene en pie la última primavera
que dejaste en mi raíz como promesa,
mi sueño, igual que tu ausencia,
se ha extendido, también el invierno.
El frío sigue calando mis ramas,
helando la higuera que ya no florece.
Lo sé, soy queja al viento,
y el amarte duele.
La noche no se lleva la presencia
de tu ausencia,
porque no hay sol sin ti cuando amanece,
y ya cae de mi árbol, la ultima hoja.
Zyanya@
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