El Sello de la Rosa

Un espacio donde podrán encontrar un poco de mis emociones.
Poemas y pensamientos de Laura Zyanya Bastida.
¡Bienvenidos!

miércoles, 9 de enero de 2013

AÚN





Quisieron arrancarme el corazón de un tajo,
él se negó al exilio, se afianzó a mi pecho,
y sigue ahí, latiendo…

Aún no ha caído la última hoja de nuestra historia,
y es entonces que me niego a nombrarnos en pasado.
¿A quién se le ocurre decir que el amor que no se toca
no existe?
Me desnudé la prisa y dejé caer mi lluvia en un lago para lavar la desesperanza, comprendí que vives conmigo, en mí.
Mientras esperaba la noche vi morir el ocaso, pensé; habría que ser siempre gaviota para no sentir como se estalla siendo nube, es mejor continuar volando.
Quejosa, me reclamó la noche los silencios y las ausencias, tuve que contener los suspiros para no romper la promesa que mantenía tu nombre como un secreto.
A la noche y a ese viejo cartero que es el viento, les gusta contar historias y repetir junto al eco todos los secretos que se les liberan.
Los sauces no lloran, ¿lo sabes? Ellos se estremecen con la caricia del viento, repiten quedito cada murmullo de los amorosos, de aquellos que no han podido guardar para si mismos sus secretos.
Y hay quienes se internaron en el bosque de los solitarios, van grabando en sus troncos nombres de todos los ausentes, entonces, los sauces si lloran. ¿Quién no llora cuando se siente herido?
Es por eso que me he zurcido los labios y anudado las palabras a mis dedos, mi lluvia es ligera y no contamina con ruido, aquí no hay tormenta, sólo se han humedecido todas las hojas donde nos hice presos, secuestradas en ellas,  las letras no pueden dejarnos escapar, somos libres siendo prisioneros.
Por amarte aun en ausencia me han llamado loca. ¿Qué piensas?
Acaso sea porque que han escrito que el amor es una mano que entrelaza los dedos de otra mano. (Y la tuya no está a mi alcance)
Ellos creen que el amor sólo existe si se toca.
Pero aún te guarda mi corazón que late, y digo aún, no como sentencia de que dejará de serlo, es la confirmación de una oración que ha guardado como un secreto desde siempre tu nombre.
¿La recuerdas?
“Eres mi primer pensamiento del día… Y el último cada noche.”
Zyanya@
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